viernes, 1 de noviembre de 2013

La animación a la lectura desde edades tempranas

Pedro César Cerrillo Torremocha
http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/platero/78030628760169464021457/p0000001.htm#I_0_
El artículo expone la diferencia entre la adquisición de información y la de conocimiento, en ocasiones términos sinónimos, y la importancia de ser lectores competentes para poder seleccionar la información.

Sobre la normalización de la lectura en nuestra sociedad, expone la perversidad de encontrarnos en una época en la que se lee más que nunca, pero donde los textos escogidos tienen un objetivo concreto, mayoritariamente instrumental, empleándose la lectura como fuente de información más que como fuente de conocimiento. Se pretende que el hábito lector aumente en los individuos para mejorar así su relación con el mundo. Herramientas para conseguir este fin son la promoción, animación y mediación lectora.

En relación a los tipos de lectura y lectura escolar, y considerando que la lectura verdadera no es instrumental, se expone la necesidad de convivencia en el ámbito escolar de las lecturas obligadas y las voluntarias, para lo que se requiere una selección de las obligatorias acorde a las necesidades y gustos de los destinatarios. De esta forma se intentará inculcar en la escuela hábitos lectores los alumnos, aunque es en la familia donde debe adquirirse, ya que los niños tienden a reproducir conductas.

Por otro lado, en nuestra sociedad hemos pasado de la cultura del papel a la cultura audiovisual. Las TIC han influenciado y cambiado el uso del lenguaje y de la capacidad de razonamiento, ya que por norma general ha aumentado considerablemente la imagen en detrimento del texto, lo que se refleja en una menor habilidad para la lectura comprensiva,

Sobre la animación a la lectura, su objetivo es "la mejora de los hábitos lectores". Asimismo, esta debería darse fuera del ámbito escolar para que su única finalidad sea esta mejora, aunque podemos encontrarla tanto en ámbitos formales como no formales. Uno de los inconvenientes, según el texto, de la animación lectora en la escuela es la dificultad que conlleva evaluar la lectura voluntaria de los alumnos frente a la lectura instrumental. Al tratar sobre las estrategias y las técnicas, hay una serie de condicionantes previos para realizar animación lectora, como por ejemplo la gratuidad y continuidad de la actividad, y la calidad y la adecuación del texto seleccionado a la edad del público al que va dirigido. Además si se hace en la escuela, puede llevar consigo asociada un trabajo posterior, lo que desvirtuaría la esencia de la animación.

El hábito lector se genera en edades tempranas y para que continúe hay que ponerles a su alcance -y sin imposición- lecturas entretenidas y motivadoras, aunando sinergias con las lecturas escolares. En definitiva, lo que la sociedad demanda es la generación de lectores competentes con la capacidad de discriminar la gran cantidad de información que recibe de forma continua, para llegar a ser de esta forma personas libres y con criterio.

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